Alimentación y Embarazo

Alimentación y Embarazo

Irene Olalla Lobo
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética

Alimentación y Embarazo

Dentro de los objetivos que deben guiar las intervenciones nutricionales destinadas a las gestantes es esencial lograr un adecuado aporte de nutrientes que permita:

 

  1. Cubrir las necesidades propias de la mujer para conservar su propio estado nutricional.

  2. Asegurar las demandas nutritivas progresivas que garanticen el correcto crecimiento y desarrollo fetal.

  3. Preparar al organismo materno para afrontar un parto óptimo y el puerperio.

  4. Alcanzar un incremento de peso materno para almacenar reservas y de este modo favorecer el inicio de la lactancia y su continuidad en caso de querer llevarla a cabo.

 


 

Durante la gestación se producen una serie de cambios adaptativos en la mujer con la finalidad de permitir y mantener el crecimiento y desarrollo óptimo del feto, así como para preparar su organismo para una futura lactancia.

 

  1. Se producen ajustes hormonales por la secreción de hormonas que actúan como mediadoras en el cambio de dirección de los nutrientes hacia los tejidos maternos especializados en la reproducción.

  2. El volumen plasmático comienza a aumentar hacia el tercer mes del embarazo y alcanza su pico hacia la semana 30 de gestación, produciéndose una disminución en la concentración de eritrocitos en sangre, con una consecuente reducción en la concentración de hemoglobina plasmática. Tanto el colesterol como las demás fracciones lipídicas del plasma aumentan. (Colesterol puede llegar hasta cifras de 250-300 mg/dl)

  3. Aumenta el tamaño del corazón.

  4. También se producen cambios digestivos: aumento del apetito, incremento de la sed (salvo si se presentan náuseas). La motilidad gástrica puede estar disminuida a causa del incremento de la concentración de progesterona. La acidez es también frecuente, ya que el cardias se encuentra relajado. A nivel intestinal suele ocurrir una disminución de la motilidad, con lo que se hacen habituales los cuadros de estreñimiento.

 


 

Determinar las necesidades y requerimientos de nutrientes de una gestante no es tarea fácil.

Dada la variedad en las recomendaciones, la mejor práctica será monitorizar la ganancia de peso a lo largo del embarazo.

 

  1. Durante el embarazo es preciso ingerir un correcto aporte de proteína; una ingesta diaria total de 70 a 71 gramos es suficiente para satisfacer los requerimientos proteicos, siempre y cuando se asegure que la calidad de la proteína sea la adecuada.

  2. En cuanto a los micronutrientes hay que hacer especial incapié en 3:

  3. Ácido fólico: Ha demostrado ser útil para prevenir malformaciones congénitas del tubo neural.

  4. Hierro: La demanda de hierro no se distribuye de forma uniforme a lo largo de toda la gestación, sino que aumentan en el primer trimestre hasta el tercero, por lo que dichas necesidades no pueden cubrirse con el hierro aportado por la dieta durante el segundo y tercer trimestre, valorándose su suplementación.

  5. Calcio: Habría que vigilarlo en situaciones especiales como el embarazo en adolescentes, múltiple o los embarazos frecuentes con periodos de lactancia prolongados.


Equivalencia a 20 gr proteína

2 huevos

100 g de carne magra

125 g de pescado

100 g de pollo limpio

80 g de jamón cocido

Equivalencia a 0.5-1.5 mg hierro

150 g carne magra

250 g pollo limpio

500 g pescado

35 g hígado

250 g legumbre

500 g espinacas

1 kg de otras verduras

Equivalencia a 300 mg calcio

250 cc leche

120 g queso fresco

2 yogures

50 g queso semiseco

20 g queso rallado

120 g soja

150 g avellanas o pistachos

50 g sésamo

200 g acelgas, berros o cardo