Flexibilidad en Verano

Flexibilidad en Verano

Irene Olalla Lobo
Diplomada en Nutrición Humana y Dietética

Flexibilidad en Verano

 

Estamos a las puertas del verano y ya se va notando cómo cambian nuestros hábitos; empezamos a tener más compromisos sociales, pasamos más tiempo fuera de casa, tanto para tomar algo como para comer o cenar, cualquier excusa es buena para reunirse con familia y amigos y disfrutar del buen tiempo.

Y sabéis qué, nos lo merecemos.

Es época de disfrutar del buen tiempo y de nuestra gente.

Pero… ¿Qué tal si lo llevamos a cabo con flexibilidad y sin descontrolar?

 

 


 

Es importante no olvidarse de los hábitos que has ido adquiriendo a lo largo del año y dejarlo todo de lado hasta que llegue septiembre.

El dejar todo de lado incluye: elegir cualquier cosa para comer, descontrolar con el alcohol, dejar de realizar actividad física, trastocar los horarios de sueño, … todo ello te arrastrará a las malas digestiones, pesadez, cansancio. A la larga, esos excesos causados por el descontrol, pueden llevar a hipertensión, colesterol, problemas cardiovasculares y alteraciones de los niveles de azúcar.

En verano tampoco es que haya que ser muy estricto, sino que hay que mantener cierta flexibilidad.

¿Cómo se hace esto?

No dejes de lado los hábitos que llevas a cabo el resto del año. Intenta llevar una alimentación lo más saludable posible, disfrutando de concesiones de manera puntual. Por supuesto no  te olvides de mantenerte activ@, en verano hay muchas opciones para realizar al aire libre.

 

 


 

Te dejo una lista de consejos:

  1. Cuando salgas a comer o cenar elige platos saludables, que integren verdura, cocinados ligeramente (parrilla, plancha, horno, …)

  2. Crea tu lista de bebidas saludables según tus gustos, y en caso de querer optar por alguna bebida que te guste y no sea muy saludable, intenta alternarla siempre con agua.

  3. Evita llegar a las comidas sociales con demasiada hambre picando algún snack antes de salir de casa, te ayudará a gestionar mejor esa comida.

  4. Mantente activo, eligiendo una actividad que te guste y te divierta. Pasea, monta en bicicleta, nada, …


 

La flexibilidad requiere de apartar los pensamientos de culpa. Si un día no has comido de una manera saludable no pasa nada, si un día decides no hacer actividad física y descansar, tampoco pasa nada; lo importante es que no se vuelva la rutina común de todos los días del verano.